UN BAÑISTA ATACA A UN TIBURÓN EN UNA PLAYA DE ELCHE


Los servicios de emergencia creen que es un turista de Madrid, que en esta época se ven muchos por aquella zona. os servicios de salvamento de Elche en colaboración con la banda municipal sinfónica de Orihuela buscan a un bañista que en la tarde de ayer atacó a un tiburón en una de las playas de la localidad alicantina, llevándose un trozo de la aleta del escualo. Testigos oculares describieron cómo un señor, que aparentemente se hacía el muerto, arremetió súbitamente y sin aviso previo contra el tiburón, que se había acercado a comprobar si el señor en cuestión era una caballa o alguna especie de sardina gigante. Sorpresivamente, el señor se dio la vuelta y sin mediar palabra le mordió en una aleta, llevándose un buen trozo.

-Lo suyo es mosquearse  y decir qué pasa aquí, pero no –afirman los testigos oculares- el bañista parecía que iba a tiro hecho y se lanzó sin más a por el escualo, y en un visto y no visto le mordió la cabeza y en el lomo y se le llevó un trozo de aleta, no sabemos si la caudal o alguna otra, porque de bichos no entendemos, pero desde luego el señor parecía muy contento, seguramente pensando en una sopa.

El dispositivo montado desde anoche para localizar al bañista ha resultado de momento infructuoso. Se sabe que no es del lugar, y se sospecha que pueda ser un turista de Madrid, porque por esta época del año se ven mucho por aquella zona, y suelen acercarse a la costa, muy cerca de la orilla,  en busca de sol  y pescaíto.  Suelen medir entre uno cincuenta y uno sesenta y cinco, y es señal distintiva un enorme barrigón que tratan de tapar con camisa larga llevada por fuera. En el agua son inconfundibles si se hacen el muerto o nadan boca arriba, pero de pie o sobre un flotador es difícil reconocerlos y los tiburones suelen acercarse ingenuamente atraídos por sus meadas o el olor de las lociones. A veces llevan gorra e incluso entran al agua con el periódico, si van con flotador.

No es la primera vez que ocurre un suceso de estas características en aguas ilicitanas, o sea de Elche. El año pasado una bañista octogenaria se metió al agua y salió con un pulpo enroscado en la cabeza, así en plan Aliens pero peor para el pulpo, porque un yerno de la bañista se lo cocinó después a feira. La playa en cuestió ha aparecido toda la mañana con la bandera roja, pero muchos afirman que es una medida inútil porque los tiburones no la distinguen. LARAZONTODAY.COM

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